Los nuevos espacios de exhibición del Museo de las Constituciones se configuran a partir de la construcción de una serie de muros museográficos -grandes pero ligeras estructuras autoportantes de madera- que generan un fuerte diálogo con la imponente arquitectura del ex-templo de San Pedro y San Pablo. Se construyeron un total de nueve muros de formas radicalmente distintas que resultaron en cuatro nuevas áreas de almacenaje, dos cuartos oscuros para mesas interactivas, una nueva área de oficinas, una sala de usos múltiples, un área de exposiciones temporales y un ágora con graderías. También se diseñaron y fabricaron elementos de exhibición y mobiliario para la nave y los espacios contiguos. El proceso de diseño buscó aprovechar material y utilizar procesos sostenibles.