Muestrario de papeles. Para dar vida al proyecto se creó una "caja alada" donde un colibrí, una grulla, un búho, un pinzón y una paloma hacen de guías en un viaje de papel. Con cada lámina que se desliza por el tiro vemos a un pájaro volar y estrellas titilar bajo un cielo de distintos papeles, mientras que por el retiro aparecen pájaros con universos florales diferentes y armónicos entre si. Cada vuelo busca romper con la condición estática de la impresión a través de pequeñas animaciones de libertad. Es un poema visual sin palabras, un homenaje a la simpleza, a lo frágil y a lo mínimo. El pequeño espacio interior de un haiku visual.