Taburete que, con una geometría sencilla, busca revelar al público las capacidades de un oficio tradicional, poniendo de manifiesto cómo los procesos artesanales bien aplicados en el diseño contemporáneo pueden materializarse en piezas de alta calidad. Este objeto cotidiano, versátil e intuitivo, atractivo a la vista tanto solo como en conjunto, pretende superar los prejuicios que aún existen en Chile con la carpintería, generando una relación más transversal y directa. El sillín representa a la industria contemporánea pues es contralaminado hecho con placa de pino industrial, lo que reduce costos en material y tiempo de fabricación. Las patas reflejan al oficio tradicional, elaboradas en coihue, madera del sur de Chile, e intentan concienciar a los usuarios sobre las materias primas del país.