T-bar, nacido como tetería, con los años evolucionó a un "natural fast food". Para su nueva sucursal se necesitaba una propuesta de concepto que, manteniendo claro el origen de la franquicia, transmitiera la nueva dirección culinaria.
La fuente de inspiración fueron los patios interiores de los centros históricos europeos y coloniales de Latinoamérica, en donde suelen encontrarse teterías y bares.
Utilizando voluntariamente la mono-materialidad (paredes y pavimento en cemento pulido), se pudo evocar la sensación de estar en un patio y convertir los elementos naturales, como paredes verdes y árboles, en elementos sobresalientes del proyecto para que se leyera claramente en el diseño los principios claves del nuevo menú, basado en comida saludable hecha con productos naturales y frescos.