El Museo del Oro de Costa Rica experimentó un proceso de reinvención. Ese proceso responde a que cada vez hay más hallazgos y conocimiento de la historia de los primeros pobladores del país y sus técnicas y herramientas. Eso genera una actualización periódica en la muestra física. En 2018 se inaugura un nuevo discurso museístico y con él todo un nuevo lenguaje gráfico. Para este replanteamiento, el equipo de diseño del Museo eligió, entre más de 100 piezas, nueve huellas de sellos precolombinos consideradas fundamentales. Dicha selección, curada con criterios arqueológicos, gráficos y socioculturales, entró en un proceso de pruebas en el que se deconstruyó gráficamente para encontrar rutas de apropiación por los diferentes públicos del Museo. Luego, se fue homogeneizando, sintetizando y aplicando.