Proyecto de rehabilitación para una vivienda de los años 70. El objetivo era conseguir un lugar donde todos pudieran entrar, jugar, explorar, disfrutar y encontrar equilibrio, crear un espacio donde surgen los sueños, donde todo puede ser posible, un espacio mágico de exploración y armonía. Las formas, los colores y las texturas generan entornos con vida propia, movimiento y originalidad. La estructura sobrepuesta en la fachada surge del jardín y como una enredadera se proyecta perfilando un robusto árbol. Esta máscara de metal le aporta misterio y encanto, floreciendo en su cumbre.
Se utilizaron materiales reciclados.