Las marcas de productos de salud tienen fama de poseer una imagen sin inspiración y estéril. Para preparar a Membracel (una compañía de soluciones médicas) en su expansión internacional, se hicieron intensas investigaciones y su valor diferencial quedó claro: atender de manera integral las necesidades de los pacientes, no sólo sus enfermedades. Para expresar su posicionamiento se creó un nuevo nombre, Vuelo, que se asocia con conceptos como transitoriedad, progreso, cambio y libertad. El enfoque gráfico es audaz y sintético, con una línea base que representa protección y soporte, además de funcionar como reclamo. El envase es colorido y deliberadamente alejado del concepto de estar enfermo. El enfoque humano de Vuelo hace que su posicionamiento sea claro, dando vida a sus productos y servicios.