Esta intervención de una casa del siglo XVI equilibra armónicamente los elementos coloniales con los intervenidos actualmente. El gran patio español es el corazón de la casa a partir del cual se organizan las estancias. La iluminación se trabajó de forma indirecta, permitiendo así que la arquitectura sea la protagonista. El interiorismo, ecléctico en estilo, mezcla elementos modernos con clásicos que, unidos, cuentan una historia. Se delimitaron espacios con sistemas de vidrio flotante que permiten la flexibilidad de uso sin sacrificar las vistas al patio. Se llevó luz natural a áreas que antiguamente resultaban muy oscuras, transformando por completo la circulación vertical de la casa, eliminando losas y creando un espacio de doble altura donde se ubicó una escalera escultural.