En la colección 3D la "cota de mallas", que originalmente sirvió como protección, pasa a ser usada como adorno. El metal pesado es sustituido por un polímero de alta resistencia, lo que torna las piezas leves y flexibles de manera que se amoldan al cuerpo de quien las lleva. La colección está elaborada con tecnología de impresión 3D, generando módulos que varían de formato y escala según diseño y función. Estos módulos, teñidos con pigmentos a base de agua, son conectados mediante técnicas manuales como el tricot y el croché para formar tramas en las que conviven tecnologías digitales y manuales.