Este festival propone un cine radical en su manera de exhibición y producción abordando, bajo dicha visión, forma y contenidos, ética y estética. “Virus del cine” fue el concepto central de 2017, representando al Festival como una extraña planta amazónica-alienígena que inspira tanto belleza y seducción como temor y peligro. Dando continuidad a la imagen creada para la versión 2016, se propuso representar nuevamente el poder de lo visual con un objeto fantástico. El motivo principal en esta ocasión fue una entidad vegetal simbiótica: un tronco cuyas ramas, rígidas en contraposición a la cualidad serpenteante de la planta, se expanden semejando armas de fuego. La planta adherida al tronco crece y se propaga en capullos y flores que parecen tener ojos e irradian luz hacia arriba.