El Almacén del Vino, un comercio de vinos, licores, cervezas y comestibles, celebró su 40 aniversario. Con tal ocasión, construyó un nuevo edificio, modernizó su plataforma digital y renovó su lenguaje de comunicación visual, incluyendo el logotipo. La propuesta retiene elementos geométricos de la historia gráfica, como la forma circular, pero moderniza El Almacén con la introducción de elementos líquidos (fluidos), dejando atrás el barril (rígido), con una paleta de colores más flexible y una reconceptualización de cómo se componen las comunicaciones gráficas. Tipográficamente, se substituyó el cliché ‘Stencil’ por cuatro letras geométricas específicamente diseñadas para este uso, combinadas con tipos para conseguir legibilidad.