Banquitos que evocan a los usados por
culturas africanas y americanas durante la
época prehispánica. Fueron símbolo de estatus,
tradición, religión e identidad.
Son piezas desarrolladas en madera sólida,
certificada y seleccionada de nogal, tzalam y haya
y producidas mediante un complejo proceso de
despiece, ensamblaje y torneado artesanal. Su
acabado se realiza con aceites naturales.
El corte transversal les confiere un carácter
escultórico, existiendo la posibilidad de combinar
grupos de bancos tanto por tamaños como
por maderas.